Desde nuestra Área de Creatividad y Diseño Gráfico estudiamos tus necesidades, les damos personalidad, atractivo visual y equilibrio estético necesarios para obtener un resultado final adecuado al entorno empresarial donde nuestro cliente desarrolla su actividad.
Si nuestros clientes nos traen sus propios archivos ya dispuestos para su impresión, les facilitamos a continuación unas pautas de configuración de sus trabajos de pre-impresión, con el fin de evitar problemas posibles, y así tener la seguridad de disponer de un material óptimo dispuesto para su impresión.
La elección del programa informático para realizar un trabajo es una de las facetas más importantes: no todos los programas son los más adecuados para todo, cada uno está recomendado para su función específica. Podemos destacar 3 familias de programas:
Para crear diseños, dibujos y objetos que pueden ser utilizados directamente como resultado final para imprimir como un archivo válido, o bien para enviar su diseño a un programa de maquetación que lo incluya como parte de un trabajo compuesto. Los archivos pueden ser en blanco y negro, en cuatricromía, en colores planos (pantone) o mezcla de ellos.
Para tratar las imágenes a utilizar en los trabajos de maquetación. Suelen ser fotografías en su mayoría, aunque también pueden ser dibujos u objetos. Los archivos de imágenes en escala de grises (negro) o color, deben alcanzar una resolución mínima de 300 píxeles/pulgada. Los archivos de imágenes lineales (dibujos u objetos escaneados o creados) deben alcanzar una resolución mínima de 1.200 píxeles/pulgada. Las imágenes de color deben ser SIEMPRE en modo de CMYK y nunca en RGB, y a 8 bits por canal.
Para crear los trabajos de textos, imágenes, o textos e imágenes. Puede tener de 1 a multitud de páginas, del tamaño a determinar. En ellos se compaginan toda la información (textos, imágenes, gráficos, recuadros, colores,…) que conforma el trabajo.